Carlos Morales cumplió un sueño el 9 de abril, cuando él y su esposa Diana llevaron a su hijo Luca, de cinco años, al Truist Park de Atlanta para que presenciara su primer juego de Grandes Ligas. La familia guatemalteca hizo el viaje desde la Ciudad de Guatemala para que el pequeño Luca pudiera ver en acción a su ídolo: El venezolano Ronald Acuña Jr.

De no haber sido por la pandemia, los Morales quizás hubiesen hecho el viaje el año pasado. Pero eligieron un buen momento, ya que Acuña conectó cuatro hits el viernes pasado, incluyendo un jonrón, para ayudar a los Bravos a vencer por 8-1 a los Filis. En un video que Carlos subió a Twitter, Diana captó la celebración de Carlos y Luca cuando Acuña se voló la cerca. Dicho video fue compartido por el propio Acuña.

Pero la diversión no terminó ahí.

Los Bravos vieron el video y, dos días después, la familia Morales tuvo la oportunidad de conocer a Acuña previo al partido y tomarse fotos con el jardinero. Luca, quien desde que tiene dos años y medio juega tee ball, le contó a Acuña que “jugaba béisbol y que le gusta batear jonrones”. Ese día, Acuña, quien encabeza las Mayores ahora mismo con siete jonrones, también bateó de cuadrangular.

Desde que nació, Luca ha visto partidos de los Bravos con su papá, quien jugó béisbol amateur como segunda base y se crio viendo “la generación de oro de [John] Smoltz, [Tom] Glavine y [Greg] Maddux” por la cadena TBS en los años 90. Morales le ha transmitido su amor por el deporte de la bola y el bate a Luca.

“Siempre vemos los partidos de los Bravos juntos”, dijo Morales. “Entonces, le ha agarrado también cariño a la franquicia y con todo lo de ‘Mix It Up’ y todo lo que pasó la temporada pasada, le fue poniendo más atención a Acuña hasta volverse su jugador favorito”.

Fue un viaje inolvidable para toda la familia.

“Cuando viajamos, no pensábamos en eso. Con tratar de agarrar una pelota o algún autógrafo, nosotros hubiéramos estado más que felices”, dice Morales. “Pero por cómo se dio todo, que se dio ese video, que se volvió viral, que Acuña lo haya retuiteado y haya comentado y que gracias a eso lo hayamos conocido, hizo que el viaje fuera mil veces más increíble de lo que pensábamos”.